Ave del Paraíso
jueves, 16 de junio de 2011
Dracaena draco.
Drago
Ejemplar de drago en La Orotava, Tenerife.
Estado de conservación
Vulnerable (UICN 2.3)[1]
Clasificación científica
Reino: Plantas
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Subclase: Liliidae
Orden: Asparagales
Familia: Ruscaceae (Dracaenaceae)
Género: Dracaena
Especie: D. draco
Nombre binomial
Dracaena draco
L.
Sinonimia
Asparagus draco L. (1762).
Draco arbor Garsault (1764).
Draco dragonalis Crantz (1768), nom. illeg.
Palma draco (L.) Mill. (1768).
Stoerkia draco (L.) Crantz (1768).
Drakaina draco (L.) Raf. (1838).
Yucca draco (L.) Carrière (1859).
Draco draco (L.) Linding. (1926), nom. inval.[2] [3]
Dracaena draco, el Drago,[4] es una especie vegetal típica del Bosque seco mediterráneo y matorral suculento de acacias y erguenes presente en la Macaronesia, particularmente de las Islas Canarias, pero cuya mayor población se encuentra en el oeste de Marruecos. Existen parientes muy cercanos en el este de África y en algunas islas del océano Índico. El Drago se considera, según una ley del Gobierno de Canarias, el símbolo natural de la isla de Tenerife, conjuntamente con el pinzón azul.[5]
El drago se distribuye por algunas islas del archipiélago canario y en Cabo Verde, además de una zona continental en Marruecos.Esta planta de lento crecimiento (puede tardar una década en crecer 1 m) se caracteriza por su tallo único, liso en la juventud y que se torna rugoso con la edad. Es el único árbol del mundo cuya savia es de color rojo y no blanco. El tallo no presenta anillos de crecimiento, por lo que su edad solamente se puede estimar por el número de hileras de ramas, ya que se va ramificando después de la primera floración, aproximadamente cada 15 años. La planta de apariencia arbórea, está coronada por una densa copa en forma de paraguas con gruesas hojas coriáceas de color entre verde grisáceo y glauco, de 50 a 60 cm de longitud y unos 3 ó 4 de anchura. Puede alcanzar más de 12 m de altura.
Para los antiguos aborígenes, este árbol tenía propiedades mágicas. En la Antigua Roma y en la Edad Media también era considerado un árbol mágico. Su savia, que se transforma en roja en contacto con el aire ("sangre de drago"), se comercializaba debido a sus propiedades medicinales y a su uso en tintes y barnices. De su madera se hacían rodelas.
Plantas orquídeas
Las orquídeas u orquidáceas (nombre científico Orchidaceae) son una familia de plantas monocotiledóneas que se distinguen por la complejidad de sus flores y por sus interacciones ecológicas con los agentes polinizadores y con los hongos con los que forman micorrizas.
La familia comprende aproximadamente 25.000 (algunas fuentes informan de 30.000) especies, y quizá otros 60.000 híbridos y variedades producidas por los horticultores, por lo que resulta ser una de las familias con mayor riqueza de especies entre las angiospermas. Pueden ser reconocidas por sus flores de simetría fuertemente bilateral, en las que la pieza media del verticilo interno de tépalos —llamada labelo— está profundamente modificada, y el o los estambres están fusionados al estilo, al menos en la base.[1]
Las orquídeas constituyen un grupo extremadamente diverso de plantas, que pueden tener desde unos pocos milímetros de longitud (ciertas especies de los géneros Bulbophyllum y Platystele) hasta constituir gigantescas agregaciones de varios cientos de kilogramos de peso (algunas especies de Grammatophyllum) o presentar longitudes de hasta 13,4 m, como es el caso de Sobralia altissima, una orquídea recién descrita en 1999 en el Perú.[2] [3] Del mismo modo, las flores de las orquídeas varían en tamaño desde menos de 1 mm y difícilmente visibles a simple vista (Platystele) pasando por las grandes flores de 15 a 20 cm de diámetro en muchas especies de los géneros Paphiopedilum, Phragmipedium y Cattleya hasta los 76 cm de las flores de Phragmipedium caudatum. La fragancia de sus flores no es menos variable, desde el delicado aroma de Cattleya hasta el repulsivo hedor de las flores de ciertas especies de Bulbophyllum .[3]
Se encuentran en la mayor parte del mundo, si bien son especialmente abundantes en los trópicos. No obstante, su capacidad de adaptación les ha permitido conquistar un sinnúmero de nichos ecológicos, desde los más secos y calientes del planeta hasta los más húmedos y fríos ya que, literalmente, se distribuyen desde las regiones polares hasta el ecuador.[3]
La familia ha sido reconocida por los sistemas clásicos de clasificación de plantas, como el sistema de Cronquist,[4] así como por los más modernos, como el sistema de clasificación APG II y el sistema de clasificación APG III.[5] [6]
Pequeñas herramientas imprescindibles para el jardín
Cultivar y mantener un jardín no es sólo cuestión de regar y abonar cuando sea conveniente, sino que con frecuencia se realizan actividades, como la misma siembra o la poda, que requieren utilizar las herramientas adecuadas. Con un repertorio amplio y un uso correcto, los setos y arriates tendrán un aspecto inmejorable.
Aquí te presentamos algunos de los útiles imprescindibles, cuyas funciones comenzarán con el cultivo, el trasplante o la necesaria poda. Al adquirirlos, es importante tener en cuenta la función que cumplirán, así como su peso y tamaño, ya que no está de más pensar también en la comodidad, para asegurarnos el bienestar durante el tiempo de trabajo. Además, para garantizar una mayor duración en perfectas condiciones, los materiales inoxidables serán los más adecuados.
Azada: preparar el suelo para la plantación
El primer paso para crear un jardín es el cultivo de las plantas que deseemos. Para especies grandes como árboles y arbustos, o en el huerto, es indispensable la azada, para cavar y remover la tierra, así como para hacer surcos donde plantaremos las semillas. También sirven para retirar las malas hierbas. Fabricadas en acero, su duración está asegurada. Al igual que en otros utensilios, como las palas o picos, es necesario incorporar un palo en el anillo de la herramienta.
Pico: indispensable en terrenos duros
A la hora de levantar el suelo que destinaremos al cultivo, tal vez nos encontremos con que éste es demasiado duro. Para facilitar la tarea, optaremos por el pico. Después, para remover la tierra una vez que está más suelta, utilizaremos la azada. Como en el caso anterior, será necesario incorporar un mango a la herramienta.
Retirar la tierra con la pala
Si nuestra tarea consiste en plantar un arbusto o árbol de vivero, el primer paso será hacer un gran agujero en el terreno. Tanto para retirar la tierra como para devolverla a su sitio una vez colocado el vegetal, una pala nos facilitará mucho el trabajo.
Pala ancha para pequeños vegetales
A menudo cultivaremos plantas en macetas o en pequeñas zonas del jardín. En este caso, no se utilizan las azadas, sino pequeñas palas de mano que ayudarán a retirar las cantidades de sustrato necesarias, tanto para plantar bulbos o semillas como para trasplantar un ejemplar que ya ha crecido en un semillero.
El rastrillo, siempre útil
Remover la tierra para prepararla para el cultivo o recoger los deshechos del jardín, como las hojas secas o las malas hierbas, serán tareas menos tediosas con esta herramienta. La misma función cumplirán las escobillas de jardinería.
Ramas perfectas con las tijeras de podar
A la hora de recortar las plantas y flores, son indispensables unas tijeras adecuadas y, cómo no, afiladas. Este modelo con hoja intercambiable posee un sistema que facilita un corte preciso y una larga durabilidad. Con un diseño ergonómico, la tarea será mucho más fácil. Cortan con precisión los tallos, pero no conviene podar aquellos que son más gruesos de lo que admite el utensilio, ya que probablemente acabe desajustándose.
Tijeras cortasetos: diseña tu arbusto
Unos arbustos cuidados requieren una buena poda, tanto para sanear las ramas como para darles la forma deseada. Para ello serán necesarias unas tijeras más fuertes que las utilizadas en plantas de menor tamaño. Con un filo recto, un mango de madera y un perno anatómico, son las ideales para una poda cómoda y rápida. Para que las tijeras cumplan bien con su función, es imprescindible mantenerlas afiladas.
Adiós a la maleza: el escarificador
Una tarea importante para que el jardín tenga tanto buena salud como una excelente presencia, es eliminar las malas hierbas. La azada es perfecta en estos casos, aunque introduciendo un escarificador en el terreno, las eliminaremos de raíz, de un modo más fácil.
Para garantizar su perfecto estado, es conveniente dar aceite antes de almacenarlas, sobre todo en el filo, para evitar la oxidación. Además, no las utilizaremos para otras tareas que no sean las apropiadas: por ejemplo, al intentar cortar alambres con unas tijeras de podar, puede deteriorarse tanto el filo como el mecanismo que hace que éste se ajuste bien a la herramienta. Lo mismo puede ocurrir si cortamos ramas que no son las apropiadas al tamaño del utensilio.
Aquí te presentamos algunos de los útiles imprescindibles, cuyas funciones comenzarán con el cultivo, el trasplante o la necesaria poda. Al adquirirlos, es importante tener en cuenta la función que cumplirán, así como su peso y tamaño, ya que no está de más pensar también en la comodidad, para asegurarnos el bienestar durante el tiempo de trabajo. Además, para garantizar una mayor duración en perfectas condiciones, los materiales inoxidables serán los más adecuados.
Azada: preparar el suelo para la plantación
El primer paso para crear un jardín es el cultivo de las plantas que deseemos. Para especies grandes como árboles y arbustos, o en el huerto, es indispensable la azada, para cavar y remover la tierra, así como para hacer surcos donde plantaremos las semillas. También sirven para retirar las malas hierbas. Fabricadas en acero, su duración está asegurada. Al igual que en otros utensilios, como las palas o picos, es necesario incorporar un palo en el anillo de la herramienta.
Pico: indispensable en terrenos duros
A la hora de levantar el suelo que destinaremos al cultivo, tal vez nos encontremos con que éste es demasiado duro. Para facilitar la tarea, optaremos por el pico. Después, para remover la tierra una vez que está más suelta, utilizaremos la azada. Como en el caso anterior, será necesario incorporar un mango a la herramienta.
Retirar la tierra con la pala
Si nuestra tarea consiste en plantar un arbusto o árbol de vivero, el primer paso será hacer un gran agujero en el terreno. Tanto para retirar la tierra como para devolverla a su sitio una vez colocado el vegetal, una pala nos facilitará mucho el trabajo.
Pala ancha para pequeños vegetales
A menudo cultivaremos plantas en macetas o en pequeñas zonas del jardín. En este caso, no se utilizan las azadas, sino pequeñas palas de mano que ayudarán a retirar las cantidades de sustrato necesarias, tanto para plantar bulbos o semillas como para trasplantar un ejemplar que ya ha crecido en un semillero.
El rastrillo, siempre útil
Remover la tierra para prepararla para el cultivo o recoger los deshechos del jardín, como las hojas secas o las malas hierbas, serán tareas menos tediosas con esta herramienta. La misma función cumplirán las escobillas de jardinería.
Ramas perfectas con las tijeras de podar
A la hora de recortar las plantas y flores, son indispensables unas tijeras adecuadas y, cómo no, afiladas. Este modelo con hoja intercambiable posee un sistema que facilita un corte preciso y una larga durabilidad. Con un diseño ergonómico, la tarea será mucho más fácil. Cortan con precisión los tallos, pero no conviene podar aquellos que son más gruesos de lo que admite el utensilio, ya que probablemente acabe desajustándose.
Tijeras cortasetos: diseña tu arbusto
Unos arbustos cuidados requieren una buena poda, tanto para sanear las ramas como para darles la forma deseada. Para ello serán necesarias unas tijeras más fuertes que las utilizadas en plantas de menor tamaño. Con un filo recto, un mango de madera y un perno anatómico, son las ideales para una poda cómoda y rápida. Para que las tijeras cumplan bien con su función, es imprescindible mantenerlas afiladas.
Adiós a la maleza: el escarificador
Una tarea importante para que el jardín tenga tanto buena salud como una excelente presencia, es eliminar las malas hierbas. La azada es perfecta en estos casos, aunque introduciendo un escarificador en el terreno, las eliminaremos de raíz, de un modo más fácil.
Consejos de mantenimiento
Tener a nuestra disposición el correcto repertorio no será suficiente si no tenemos en cuenta los cuidados que éstas necesitan. En primer lugar, la mayoría de ellas poseen un filo que hemos de mantener siempre cortante, ya que, de lo contrario, su función no se cumplirá correctamente. Para ello, son adecuadas las piedras de afilar. La limpieza de las herramientas también es una parte importante en su mantenimiento: se hará con agua jabonosa y se tendrá especial cuidado en su secado. La desinfección la realizaremos con lejía o desinfectante.Para garantizar su perfecto estado, es conveniente dar aceite antes de almacenarlas, sobre todo en el filo, para evitar la oxidación. Además, no las utilizaremos para otras tareas que no sean las apropiadas: por ejemplo, al intentar cortar alambres con unas tijeras de podar, puede deteriorarse tanto el filo como el mecanismo que hace que éste se ajuste bien a la herramienta. Lo mismo puede ocurrir si cortamos ramas que no son las apropiadas al tamaño del utensilio.
Bambu
Bambusoideae es el nombre de una subfamilia de plantas que pertenecen a la familia de las gramíneas o Poaceae, una de las familias botánicas, más extensas e importantes para el hombre. Su nombre común es bambú. Los bambúes pueden ser plantas pequeñas de menos de 1 m de largo y con los tallos (culmos) de medio centímetro de diámetro, también los hay gigantes de unos 25 m de alto y 30 cm de diámetro. Aunque los verdaderos bambúes siempre tienen sus tallos leñosos, hay especies donde esto no es evidente.
La diversificación dentro de las Bambusoideae ocurrió hace 30 a 40 millones de años. Los bambúes leñosos forman un grupo monofilético hermano del clado que contiene a las especies herbáceas. Los bambúes leñosos, con sus tallos de hasta 25 metros de altura, ciertamente no se parecen al césped. La floración en muchas de estas especies también es inusual, ya que ocurre en ciclos muy variables, incluso se reporta una especie que lo hace cada 120 años. Aun cuando los tallos individuales viven por sólo una o unas pocas décadas, alguna forma de "reloj genético" que hace que muchas veces los tallos florezcan todos al mismo tiempo en todo el rango de distribución de la especie, llevándose a cabo una floración de tipo Gregario, en otras especies la floración puede ser de tipo Esporádico donde solo unos cuantos tallos pueden producir flores.
Algunas especies de bambúes son las plantas terrestres conocidas de crecimiento más veloz ya que se observan bambúes que crecen 1 m en 24 horas, pero esto se lleva a cabo en condiciones de laboratorio.
martes, 14 de junio de 2011
Cómo cuidar y hacer lucir al jardín
Sea cual sea su tamaño y características, cuidar y sacar partido del jardín no es una tarea ni costosa ni difícil. Las claves para tener un jardín saludable y esplendoroso son muy sencillas.
1. Cuida el suelo
La cantidad necesaria de agua y de nutrientes en el suelo, son la clave para un jardín saludable, con plantas de colores firmes y tallos orgullosos.
2. Combina el color de las flores
Las flores de colores opacos y sólidos son ideales para crear una sensación de profundidad. Las de colores vivos, salpicando su alegría en zonas muy puntuales, crean una sensación de optimismo y alegría, siempre que sepas dosificarlas adecuadamente.
3. Cuida las plantas silvestres
Las malas yerbas y los brotes silvestres no sólo atentan contra la estética de tu jardín: también pueden dañar a tus valiosas plantas y flores, al quitarles agua y minerales, espacio y oxígeno. Muchas plantas silvestres parasitan o tienen estrategias para liquidar a la competencia.
4. Elimina las pestes
Las plagas tienen que ser eliminadas. Si el insecticida que usas no es efectivo, no lo dudes y llama a un experto. Evitar colocar por tu cuenta productos peligrosos.
Cuatro sencillas estrategias para que tu jardín esté sano y vistoso, con un mínimo esfuerzo.
1. Cuida el suelo
2. Combina el color de las flores
Las flores de colores opacos y sólidos son ideales para crear una sensación de profundidad. Las de colores vivos, salpicando su alegría en zonas muy puntuales, crean una sensación de optimismo y alegría, siempre que sepas dosificarlas adecuadamente.
3. Cuida las plantas silvestres
Las malas yerbas y los brotes silvestres no sólo atentan contra la estética de tu jardín: también pueden dañar a tus valiosas plantas y flores, al quitarles agua y minerales, espacio y oxígeno. Muchas plantas silvestres parasitan o tienen estrategias para liquidar a la competencia.
4. Elimina las pestes
Las plagas tienen que ser eliminadas. Si el insecticida que usas no es efectivo, no lo dudes y llama a un experto. Evitar colocar por tu cuenta productos peligrosos.
Cuatro sencillas estrategias para que tu jardín esté sano y vistoso, con un mínimo esfuerzo.
La flor mas grande del mundo
Amorphophallus Titanum, también llamada Flor Cadavérica, tiene la peculiaridad de florecer solamente durante tres días cada 40 años, privilegio que la naturaleza le confirió a este municipio veracruzano.
El hecho generó interés de pobladores, autoridades, ecologistas e investigadores, quienes han acudido a la colonia Santa Catarina, del municipio de Río Blanco, donde nació de manera silvestre dicha planta que, a decir de especialistas, es nativa de latitudes asiáticas.
Dicha especie de planta llega a medir dos metros de altura y su peso alcanza los 75 kilogramos.
Algodonero
Las plantas de algodón pertenecen al género llamado Gossypium con alrededor de 40 especies de arbustos de la familia de las Malvaceae, oriundos de las regiones tropicales y subtropicales tanto del Viejo Mundo como del Nuevo. Son cultivadas para producir algodón.
En su estado silvestre, las plantas pueden crecer más de 3 m. Las hojas son anchas con 3 ó 5 lóbulos (a veces incluso siete). Las semillas están contenidas en una cápsula llamada baga y cada una rodeada por una vellosa fibra llamada hilacha.
El cultivo de algodón es uno de los que más productos químicos utilizan, de forma que puede contaminar las tierras de cultivo. El algodón también requiere gran cantidad de agua en comparación con otros cultivos.
Las hilachas se producen de forma natural en colores blanco, marrón y verde, por lo que en muchos lugares de cultivo comercial de algodón blanco se ha prohibido el cultivo de estas especies silvestres, para evitar la contaminación genética con las variedades de color.
Productos que se obtienen de la planta del algodón
Capullo de algodón.El algodón es un producto textil obtenido de la planta de algodón. Es de gran importancia económica debido a que de sus frutos se obtiene la fibra de algodón. También se emplea la palabra algodón para referirse a la fibra.
Del algodón se obtienen diversos productas de vestir, combustible para cohetes y recientemente se comprobó que el papel moneda (billete) del Euro está confeccionado íntegramente
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